[MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] Como se ha visto, la décimaoctava dinastía no presenta una clara estandarización ni en cuanto a plano arquitectónico ni en cuanto a programa iconográfico. No obstante, a nivel simbólico, sí que parece claro el concepto fundamental que no es otro que la travesía nocturna del astro solar por ese mundo subterráneo, ese mundo ultraterreno en el que, además, los dioses del más allá tendrán un papel preponderante, especialmente Osiris. Eso no implica, de hecho, precisamente sucede que no haya cambios a lo largo de la décimaoctava dinastía. Como digo, precisamente, se puede observar una cierta evolución tanto a nivel de la propia disposición y forma de las cámaras sepulcrales, como en lo referente a la ubicación y tipo de programa iconográfico y evidentemente también del ajuar que lo acompaña. En este sentido, un ejemplo bello es que no será hasta el quinto monarca de la tercera dinastía, Tutmósis III, en el momento en que podamos observar cómo las imágenes se extenderán más allá de la simple cámara sepulcral. No quedarán únicamente en la cámara sepulcral, sino que también las encontraremos en este caso en la cámara que le antecede. Otra de las características de esta dinastía es la forma oval, la forma de cartucho que presentan varias de sus sepulturas. Por ejemplo, la KV 38, o tumba de Tutmósis I, y la KV 34, o tumba de Tutmósis III. En este caso, es interesante observar que la forma que ha sido aceptada por la inmensa mayoría de los egiptólogos, que pueda ser definida como una forma de cartucho, aunque veremos que no tiene por qué explicarse a través de ello, nos obliga a reflexionar levemente sobre la simbología de lo que es un cartucho, puesto que si vemos que la tradición de las tumbas que vendrán posteriormente, muestra una forma de la cámara sepulcral distinta a esta, habrá que conferirle algún tipo de importancia a estas en especial, ¿no? No se había hecho nada semejante anteriormente y por tanto, debe haber un motivo que haya llevado a los ideólogos de la tumba, sea los propios monarcas, sus sacerdotes supremos o cualquier teólogo de la época a querer reproducir esta forma. Ese sentido, como vemos arriba a la derecha, está bastante aceptado que el signo del cartucho, el que en los jeroglíficos es el V10, derivaría de un signo muy conocido, mayormente representado en forma de amuleto o como elemento que sostienen las deidades. Como digo procedería del signo Shen o el anillo Shen que recibe la nomenclatura de V9 y que vendría a simbolizar o a querer significar la eternidad en el sentido de aquello que queda bajo dominio de la deidad correspondiente que lo lleve o del genio que la ostente o de el faraón que, de algún modo, se represente buscándolo o en compañía de él. En ese sentido, vemos que, por tanto, si hay una relación entre ambos, podríamos estar cerca de una posible vinculación, una posible relación o paralelismo entre esta forma de cartucho de las cámaras y alguna cosa relacionada con aquello que domina, aquello que encierra, aquello que controla el sol en su travesía nocturna. Detengámonos un momento a reflexionar sobre esta posible relación entre el V9 y el V10. El signo jeroglífico V9 que en iconografía encontramos muy a menudo, como hemos dicho antes, ostentado por las deidades o relacionado con algunos de los genios, y que en ocasiones también hemos encontrado en forma de escultura, representa literalmente una cuerda anudada a un bastón o a un fragmento de asta, algo parecido. Y su traducción literal del vocablo Shen sería anillo o círculo, bajo la acepción o bajo la idea de querer expresar que es aquello que envuelve, ¿no? El interior es lo que queda envuelto. En ese sentido, si además tenemos algún, alguna muestra iconográfica o algún ejemplo como este fragmento esculpido en forma de amuleto del faraón Osorkon, en el que en su interior puede verse cómo hay una representación del denominado Niño Cósmico, de este demiurgo que puede relacionarse con la teología hermopolitana, por ejemplo, y que vemos que claramente alude a un monarca por el cetro que ostenta. En ese caso, sería el propio propietario de la pieza, y, a la vez, aludir a su vínculo con la deidad solar por el tipo de disco solar que lleva, y por el hecho de aparecer sobre una flor de loto, como decía en su momento, el demiurgo, según la acepción, según la teología hermopolitana, parece clara la indicación de que aquello que queda encerrado es aquello que controla o aquello que domina o, por extensión, aquello que ha creado la deidad solar. Y, por tanto, toma una dimensión cósmica el anillo Shen, una dimensión sobre todo si se relaciona con lo solar de eternidad cíclica, de control o de dominio o de propiedad de todo aquello que queda encerrado. Si además, como hemos visto antes, se puede asociar el cartucho regio al anillo Shen, esto hay también que extrapolarlo al dominio por parte del monarca. De hecho, tenemos cartuchos desde la primera dinastía, y podemos ver en algunos de los ejemplos mejor conservados, por ejemplo, en este cartucho grabado de la Capilla Blanca de Karnak, de Sesostris I, cómo la idea es la misma, ¿no? Una cuerda anudada en su parte inferior a un bastoncito, a un trozo de asta, algo parecido. En este caso, por tanto, habría un paralelismo o se sugeriría un paralelismo con la propiedad, el dominio por parte, en este caso del monarca, de Sesostris I, con todo aquello creado. De hecho, esta relación con esta metonimia que puede establecerse con lo solar queda bastante evidente en muestras como la que vemos ahora en pantalla. Esta estela de adoración a los dioses fúnebres Upuaut y Osiris, conservada en el Louvre, muestra cómo se ha sustituido la forma del disco solar característico y tradicional por un cartucho, en este caso, de Neb Maat Ra, es decir, de Amenhotep III, que vincula directamente e iconográficamente, pero también religiosamente a esta deidad con el monarca en cuestión. Y, por tanto, podemos entender las dimensiones que tendría el hecho de representar las cosas en un aspecto de cartucho, sea una tumba, sea los elementos que están dentro de la tumba y, por tanto, por ejemplo, en no solo la cámara sepulcral de Tutmósis III, sino incluso el propio sarcófago de Tutmósis III, entre otros, que de algún modo deberían asociarse a este vínculo con el dios solar, ¿no? De hecho, incluso en época Ramésida, vemos cómo se avanza un paso más, y podemos observar cómo los sepulcros Ramésidas, perdón. Aquí, el sarcófago de Merenptah, por ejemplo, tiene la forma de cartucho en su tapa asociada, vinculada, relacionada, complementada incluso con la esfinge osiriana del monarca. Haciendo una clara alusión a este acercamiento progresivo que ha ido teniendo a lo largo del reino nuevo, en los dos destinos ultraterrenos característicos y en otras épocas incompatibles, no ahora, cómo sería el destino osiriano, el destino tónico o infra-mundano, regido por el dios Osiris con el destino solar y otrora, en otros momentos, exclusivo del monarca como astro rey, como único uno. Pero que ahora a lo largo del reino nuevo ha ido acercándose y parece que lo deseable es tener una fusión de ambos, ¿no? Entonces, como son cosas parecidas, parece que el programa, la iconografía contribuye a este vínculo, ¿no? Además vemos que esta forma de cartucho, y por tanto, con todo lo que ello lleva, no es exclusiva tampoco únicamente de los sarcófagos, además del aspecto de la cámara sepulcral que mencionamos, sino que podemos encontrar en ocasiones objetos como este cofre, probablemente de un ungüentario que en su momento se explicará, procedente la KV 62 o tumba de Tutankamón. Y que claramente muestra este aspecto de cartucho. En este sentido, por tanto, parece muy evidente el vínculo entre el anillo shen y el cartucho y como entonces se aludiría a la dimensión solar, siempre y cuando se considere que la forma del cartucho es una derivación directa de este anillo shen y la forma de cartucho de la cámara sepulcral de estas tumbas procede por el mismo sistema. Pero no todo el mundo está de acuerdo. De hecho, el célebre Erik Hornung en su momento you dijo que cabía hacer especial atención a la iconografía de, que circundaba estas propias cámaras sepulcrales, y por tanto, sabemos que el aspecto oval de las cámaras de la KV 34, la KV 38, la KV 35, incluso, que tendrían unos sarcófagos con este aspecto que metonímicamente también sería de cartucho, pudiera estar aludiendo a un lugar específico, un lugar concreto que estaba representado en los propios muros. Sí, pues, vemos como a lo largo de este muro oval. Todo el repleto de esta iconografía dibujada como si se tratase de un papiro desplegado, podemos ver como en la representación de la quinta hora del Libro del Amduat, que es el que está desplegado a lo largo de las paredes de los muros. Podemos ver como se observa una suerte de montículo, una montaña, una pirámide natural, podríamos llamarle, en cuyo interior aparece representada una figura, a juzgar por el aspecto, aunque sea tan sencillo, tan esquemático. Una figura femenina que con las propias extensiones que actuarían un poquito como apéndices y el raserado con el dibujo del camino en el que se están moviendo estos personajes, conforma un nuevo aspecto piramidal y que en su interior, y esto es lo más interesante, aparece representado un gran óvalo, flanqueado por dos partes delanteras, llamémoslo así, de esfinges, parecen. En realidad esto es una representación del dios Ruti o del dios Aker. Es un tema un poco complejo para entrar en ello. Y sabemos por los textos que aquí se estaría aludiendo a la caverna de Sokar, del dios Sokar, y por tanto, esta caverna de Sokar, coronada por una forma piramidal con una cabeza femenina, teniendo en cuenta que Sokar es una deidad plenamente funeraria, podía tener su paralelo en la propia geografía real, a parte de simbólica de este valle, puesto que el montículo o pirámide natural no parece muy difícil de ver cuando nos acercamos al Valle de los Reyes, sería este pico famoso denominado el-Qurn o en época egipcia Dehenet, que en su interior tendría excavadas las tumbas, y por tanto, las cámaras sepulcrales ovales a imagen y semejanza de la caverna de Sokar. Y que podríamos buscar la relación de esta figura femenina en la especial asociación, en la especial veneración, que tenía una deidad femenina muy popular en la época, pero específicamente relacionada con la montaña Tebana, como era la diosa Meretseger, la que ama el silencio, que contó con una especial veneración, además, en Dehenet, y por tanto, podríamos estar viendo una plasmación de la representación natural en la iconografía funeraria específica.