[MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] [MÚSICA] El clima de la Tierra siempre ha cambiado. Desde muy frío, como cuando todo el planeta era una bola de nieve, hasta muy caliente, como cuando no había glaciares y el nivel del mar era mucho más alto. Dependiendo de la rapidez de los cambios climáticos, las especies se adaptan o se extinguen. Algunos cambios climáticos han provocado grandes extinciones seguidas de importantes avances en la evolución de la vida. La teoría de la bola de nieve, postula que hace unos 650 millones de años la superficie de la Tierra estaba completamente congelada, y su apariencia habría sido similar a la de una bola de nieve. Este congelamiento se rompió, gracias al dióxido de carbono que se acumuló en la atmósfera durante varios millones de años, debido principalmente a las erupciones volcánicas. En ese entonces, toda la vida era unicelular. Durante esta glaciación global ocurrió una extinción masiva, pero poco después sucedió la explosión cámbrica, en la que surgió una gran diversidad biológica y aparecieron las primeras especies multicelulares. Los cambios climáticos más severos tardan varios miles o millones de años. Pero también es posible que el clima cambie abruptamente por procesos repentinos. Por ejemplo, el choque de un asteroide en lo que ahora conocemos como Chicxulub en Yucatán, México, hace 65 millones de años provocó modificaciones tan drásticas como la extinción de los dinosaurios. Después de la explosión, el cielo fue cubierto por polvo y cenizas. Se calcula que durante 2 años la superficie de la Tierra se oscureció y enfrió; debido a esto, se extinguieron las especies grandes, mientras que las pequeñas tuvieron la oportunidad de desarrollarse, y así progresaron los mamíferos. Hay varios factores naturales que provocan los cambios climáticos. Los cambios regulares en la órbita de la Tierra alteran la intensidad y distribución de energía solar que recibe el planeta. Los cambios en las corrientes oceánicas alteran el transporte global de calor. A más largo plazo, el desplazamiento de las placas tectónicas altera la configuración de los continentes, lo que por supuesto tiene una gran influencia en el clima. En los últimos 500 mil años, el planeta ha pasado por ciclos de enfriamiento y calentamiento que duran aproximadamente 100 mil años, donde el más largo es el enfriamiento o glaciación del orden de 90 mil años; mientras que el calentamiento o interglaciar dura unos 10 mil. En esta gráfica obtenida en la estación Vostok en la Antártida, se ve claramente este ciclo con sus subidas y bajadas de temperatura, con diferencias de aproximadamente cinco grados centígrados entre glaciación e interglaciar. La glaciación más reciente tuvo su momento más frío hace 18 mil años; desde entonces, el clima presenta un calentamiento general. Esta época geológica llamada holoceno, inicia cuando termina la edad de piedra y el hombre se hace sedentario; el holoceno es, por lo tanto, el marco del desarrollo de la civilización. Mientras el clima global ha permanecido relativamente estable y cálido durante los últimos 10 mil años, las variaciones regionales en el clima han influido en la historia de la humanidad, y jugado un papel en el fracaso o éxito de las sociedades. Ahora sabemos que lo opuesto también es cierto. Las actividades humanas tales como la quema de combustibles fósiles, y la deforestación de grandes regiones, han tenido influencia en el clima porque han incrementado las concentraciones de gases de invernadero en la atmósfera. Actualmente, hay un grado de confianza muy alto en que el efecto de las actividades humanas desde hace 200 años, al inicio de la revolución industrial, ha sido un aumento en la temperatura. El cambio climático es un hecho. Los escépticos del cambio climático esgrimen generalmente dos argumentos. El primero, es que este cambio es parte de la variabilidad natural del clima. Basta observar el registro milenario de la temperatura ambiente típica para notar el rápido y gran aumento en uno o dos siglos. Si observamos el registro paleoclimático de dióxido de carbono, y la temperatura del barreno glacial de Vostok que abarca unos 420 mil años, en todo ese tiempo el bióxido de carbono nunca pasó de 280 partes por millón; ahora su concentración pasa de 400. El dióxido de carbono y la temperatura suben y bajan juntos; es de esperarse que el enorme y veloz aumento de aquel, jale hacia arriba a esta. A escalas de un milenio, y de medio millón de años, los cambios son extraordinarios. El otro argumento escéptico se basa en la incertidumbre de la ciencia del cambio climático para descalificarlo. Todo en la vida y en la ciencia tiene incertidumbre o error estadístico, grande o chica, pero se trata de reducirla sucesivamente; sea fácil de calcular o difícil de estimarla, aunque se trata de determinarla cada vez mejor; en todo hay incertidumbre. Con más razón, en los escenarios futuros de emisiones de gases de invernadero, o en sus respectivas proyecciones del clima. Una rama de la estadística es la teoría de errores, que la ciencia reporte sus resultados con incertidumbre no la desacredita, al contrario, la acredita como la actividad humana más seria y formal, pues reconoce la incertidumbre, procura determinarla y reducirla lo más posible. Justamente, los registros recién mostrados tienen su banda de confiabilidad dentro de la cual está el valor real. Los escenarios de emisiones y las proyecciones climáticas presentan todo un abanico de posibilidades, igual sucede con los pronósticos de la trayectoria de un huracán. En general, todo pronóstico es probabilístico. Si el cambio climático es un hecho, ¿qué podemos hacer al respecto? [MÚSICA] [MÚSICA]