Con los conceptos del video anterior presentes, definiremos dos cantidades para los temas que seguiremos estudiando en este curso, el calor específico y el calor latente. Antes de entrar de lleno en las definiciones, vamos a hacer una diferenciación entre las unidades que se mide la temperatura y el calor. Como ya dijimos, son dos conceptos muy diferentes, por lo tanto, su unidad de medida también lo es. La temperatura se mide en grados, estos pueden ser los grados Kelvin, Fahrenheit, Celsius, mientras que calor se mide en unidades de energías, y estas pueden ser las calorías. Ahora, ya estamos listos para entender qué es el calor específico y el calor latente. El calor específico nos da una medida de cuánta energía nos cuesta aumentarle la temperatura a un gramo de una determinada sustancia en un grado centígrado. Por ejemplo, si tenemos 100 gramos de agua y 100 gramos de cobre a la misma temperatura inicial, y a ambas masas le entregamos mil calorías, ¿qué ocurrirá con la temperatura final de cada masa? Lo que ocurre es que, al final del proceso de entrega de calor, la temperatura del cobre será mayor que la del agua. Con la misma cantidad de calor, logro elevar más la temperatura del cobre que la del agua. Pensémoslo de otra manera, ¿qué pasa si tengo 100 gramos de agua y 100 gramos de cobre a la misma temperatura y quisiera que ambas masas aumenten su temperatura hasta que lleguen a la misma temperatura final? Si con 1.000 calorías hice subir más la temperatura del cobre que la del agua, entonces necesitaría entregarle menos energía al cobre que al agua para poder igualar las temperaturas finales de ambas masas. Lo que concluimos es que me cuesta más energía aumentarle la temperatura al agua que al cobre y eso se ve reflejado en el valor del calor específico. A mayor calor específico, más me cuesta aumentarle la temperatura. A menor calor específico, menos me cuesta aumentarle la temperatura. En la tabla, vemos alguno de estos valores. Si miramos la tabla, podemos ver que el menor calor específico lo tiene el plomo y el mayor, el agua. Esta propiedad del agua, de poseer un gran calor específico, es muy importante para los procesos del medioambiente, ya que le permite actuar como moderador térmico o estabilizador de la temperatura. Mediante una sencilla fórmula podemos relacionar el calor, la temperatura, la masa y el calor específico. Esta fórmula es "Q = Ce.m.(Tf-Ti)", donde "Q" es el calor medido en calorías, "Ce" es el calor específico dada la sustancia, "m" la masa de la sustancia, "Tf" la temperatura final y "Ti" la temperatura inicial. Calor latente. El calor latente es análogo al calor específico, pero para procesos en donde cambia el estado de una sustancia. Por ejemplo, si pasa de estado líquido a gaseoso, o de sólido a líquido, o cualquiera de las combinaciones posibles de cambio de estado. En este caso, pierde validez la fórmula anterior. Dicho de otro modo, la fórmula sólo tiene validez si la sustancia no cambia de estado. El valor que me da la medida de cuánta energía necesito para cambiarle el estado a la sustancia, nos lo da el calor latente. Este valor depende del estado en el que se encuentra la materia y a cuál estado quiera pasar. Por ejemplo, para el agua, si quiero pasar del estado líquido al estado gaseoso, el calor latente es 540 calorías por gramo. Es decir, que por cada gramo de agua que quiero evaporar, necesito 540 calorías.