En este sentido vamos a revisar el primer caso de esquemas de cooperación,
donde al inicio, hacemos acuerdos de libre comercio,
uniones aduaneras, pero posteriormente viene otra ola de procesos de
integración donde se incorporan elementos sociales, elementos políticos y hoy día,
incluso se habla de acuerdos de tercera y cuarta generación.
En este sentido,
hablamos un poco de un regionalismo que camina a varias velocidades.
Algunos países más integrados, otros países más lentos y un poco,
la oferta que Chile ha hecho en este sentido,
ha sido aceptar las divergencias que existen entre nosotros para
ponernos a trabajar con las realidades que cada país y que cada bloque tiene.
Si ustedes ven, estamos hablando de un proceso tan antiguo,
como es el caso de la Organización de Estados Americanos,
pero que vemos el opuesto, donde países más bien que tienen una visión muy crítica
de la Organización de Estados Americanos, se organizan en torno al ALBA,
el fenómeno Chávez, el fenómeno de esta vinculación, de un grupo de países
en el ideal bolivariano y con una plataforma muy anti imperialista para
tratar de reunir a los países de la región en torno a una visión propia,
distinta a la que nos entregaba la OEA, a la que entregaba UNASUR u otras.
Pero también, junto a estos procesos, se van produciendo novedades,
como es el caso de la CELAC, que es una agro unión, por primera vez,
de todos los países de la región en la cual participan todos,
incluso Cuba, pero sin la participación de Estados Unidos.
Y se van produciendo distintas cumbres
a través de distintos caminos de integración.
Una de esas cumbres curiosas es la que estamos viendo
aquí en pantalla, ¿no es cierto?
Que es la reunión del año pasado, del 2014 en Panamá,
donde empiezan a juntarse nuevamente países de las Américas,
con Estados Unidos y otras sin Estados Unidos, como es la del CELAC.
Ahora, si ven ustedes en la pantalla, cada país tiene sus propios ideales,
sus propias estrategias de desarrollo y por lo tanto México tiene una relación
casi simbiótica con la economía y la política y la sociedad norteamericana,
muy distinta a la que tiene Brasil, Argentina o Chile.
Por lo tanto, es difícil que países con estrategias de desarrollo económicos
tan diversas, con ideales políticos tan distintos,
puedan unirse en una plataforma común, como fue el caso de la Unión Europea.
Y cada uno de esos actores, Venezuela, Chile, México,
Colombia, América Central, tienen sus propias problemáticas.
La idea ha sido de que aceptemos estas diferencias y podamos
unirnos más allá de estas enormes diferencias que
hacen de cada país una especie de pequeño planeta en sí mismos.
Pero también dentro de estos planetas hay otros actores internacionales,
que se ilustra de esta manera, que tienen mucho interés en la región.
Tradicionalmente, por supuesto, estuvieron los europeos,
después Estados Unidos, pero sin duda que la Unión Soviética tuvo su papel.
Pero ahora aparecen otros que están interesados, como es el caso de Irán,
la India, la República Popular China,
que tienen interés de llegar a nuestras playas con su producto,
con sus ideas, con su maquinaria, con su industria.
Y eso provoca cierta competencia en el sentido que cada país
de nuestra región trata atraer a India, a China,
a otros países a sus propios intereses,
de manera de poder hacer comercio, de ampliar sus mercados, etcétera.
En este sentido, quizás cada uno de estos actores tiene intereses distintos.
Para China es una aspiradora que busca recursos, ¿no es cierto?
Para su desarrollo económico.
Eso nos conviene mucho a los países que tenemos materias primas.
Por eso es que al descender el desarrollo de China nos afecta a todos.
Otros buscan minerales, otros productos agrícolas,
otros productos manufacturados de alta categoría, en el caso de la India,
por ejemplo, nos trae no solo sus camionetas, sus vehículos,
sino que también en el caso de Rusia llegan, sobre todo,
mucha maquinaria de tipo militar, de defensa, y otros en cambio, nos
ofrecen servicios de telecomunicaciones, de tecnología, etcétera.
Otros traen petróleo y gas, o buscan
petróleo y gas en países como México o Perú que exportan estos productos.